Nomenclatura elemental de los principios esenciales de las semillas de marihuana y genética del cannabis

Genética del cannabis. A la hora de comprar semillas de marihuana, el cultivador novel puede sentirse inseguro por la nomenclatura que con frecuencia acompaña a los nombres de las distintas variedades. Es importante conocer algunos conceptos para una correcta elección de la planta que deseamos cultivar. Como veremos, existe una gran diferencia entre adquirir una segunda generación filial (F2) o una IBL, aunque en ambos casos sean semillas de una misma variedad.

Genéticas de cannabis puras

Las genéticas del cannabis puras son las llamadas landraces o purebreeds. Estas genéticas puras son la piedra angular de la genética moderna. En realidad cada vez es más difícil encontrar genéticas originales puras ya que la carrera de los bancos de semillas para la obtención de nuevos híbridos durante las últimas décadas ha hecho que estas landraces hayan desaparecido en muchos de sus lugares de origen; como por ejemplo en Marruecos.

Afortunadamente existen landraces diseminadas por todo el mundo, sobre todo en países alejados del turismo masivo donde los breeders no han llegado todavía. Todas las landraces pertenecen a una de las 3 familias de cannabis: Cannabis Sativa, Indica o Ruderalis.

Cada variedad muestra sus genes (genotipo) adoptando unos determinados patrones  de crecimiento y floración (fenotipos). Las variedades puras que todavía conservan su genotipo más original tienen una gran homogeneidad y en condiciones de cultivo similares, todas las semillas darán plantas muy parecidas entre sí (fenotipos).Cuando adquirimos variedades puras y cultivamos las semillas en el mismo entorno, conseguiremos plantas homogéneas con patrones de crecimiento y floración muy similares y cualidades organolépticas y psicoactivas muy parecidas entre ellas.

IBL o Híbridos de cannabis estabilizados

Las siglas IBL vienen del inglés inbred line, que significa que se han cruzado plantas con un genotipo prácticamente idéntico (inbreeding). Lo contrario de inbreeding es outbreeding, que se refiere a la introducción de genes nuevos en la variedad. Es un método utilizado por los genetistas para fijar los mejores rasgos de una variedad determinada sin usar ninguna otra variedad, estabilizando así la línea con la que se trabaja, sea un híbrido o una landrace.

En genética cannábica se considera que una variedad es IBL cuando está sólo cruzada con ella misma, altamente estabilizada y la gran mayoría de individuos muestran rasgos parecidos entre sí.

Hay mucho trabajo detrás de una IBL de este tipo, pues para su desarrollo fue necesario usar un gran número de ejemplares puros para la selección de parentales y conseguir los mejores resultados. El criador se enfrenta a la depresión endogámica que sufren la mayoría de especies cuando se cruzan parentales con información genética muy parecida. Lo que tenemos aquí son variedades con un espectro genético relativamente cerrado, que no muestran grandes diferencias en sus rasgos.

Cuando se cruzan dos plantas landraces puras o IBL, con otros genotipos con características diferentes, se obtiene lo que se denomina híbrido F1, es decir, la primera generación filial del cruce entre un fenotipo concreto (Parental#1) del genotipo A con otro fenotipo concreto del genotipo B (Parental#2). Lo normal en este tipo de cruces es obtener una descendencia relativamente uniforme, siempre que sean las variedades usadas como parentales sean estables. Si el cruce se realiza partiendo de razas puras o IBL, la descendencia (híbrido F1) tendrá el llamado vigor híbrido o heterosis (todo lo contrario a la endogamia y por el que se obtienen mejores ejemplares normalmente). En definitiva, la primera generación filial de cualquier cruce se denomina F1, y esta primera generación se llamará híbrido F1 cuando los parentales sean razas puras o IBL.

Cuando cruzamos individuos de la generación F1 entre sí (ya se trate de variedades puras, híbridos o polihíbridos) obtenemos la segunda generación filial o F2, y así sucesivamente. Es normal que la segunda generación filial F2 produzca una descendencia más heterogénea que la primera. Es normal obtener un 25% de plantas parecidas a la madre, un 25% parecidas al padre y un 50% que proporcionan una mezcla más o menos equilibrada de ambos parentales, por lo que los trabajos de estabilización deben proseguir generación tras generación (F3, F4, F5…) hasta encontrar la que da una descendencia estable, homogénea y con las cualidades que se buscan.

En la actualidad la mayoría de las semillas disponibles son polihíbridos, es decir, cruces entre distintos híbridos. La descendencia de este tipo de cruces es con frecuencia bastante heterogénea, produciendo ejemplares con diferencias notables entre ellas. El espectro genético de estas plantas es muy variado, por lo cual no se puede esperar de ellos una descendencia tan homogénea como la de un híbrido F1 clásico. Es fácil entender la dificultad y complejidad que implica llegar a estabilizar un cruce de este tipo, pues la mezcla de los distintos rasgos genéticos provenientes de las distintas variedades empleadas para conformar el genotipo del cruce hace que sea muy complicada la selección y estabilización de aquellos rasgos que queremos conservar. La gran mayoría de híbridos en el mercado son de hecho polihíbridos, plantas creadas a partir de dos híbridos, y en demasiadas ocasiones la homogeneidad y estabilidad son una asignatura pendiente.

Backcross (BX) o retrocruce en genética del cannabis

El retrocruce o backcross es una técnica utilizada por los breeders para fijar determinadas características de uno de los parentales usados para hacer el cruce. Para ello, se escoge un ejemplar de la descendencia del cruce (puede provenir de cualquier generación, F1, F2, etc.) y se cruza con el parental original del que se desea conseguir las características, también llamado parental recurrente. De esta manera, se fijan características concretas del parental original mediante el cruce con su propia descendencia. Si queremos conseguir una descendencia aún más parecida al parental que hemos escogido, podemos cruzar de nuevo la generación BX1 con ese parental (lo que dará lugar al BX2 o squaring), e incluso repetir la operación por tercera vez (BX3 o cubing) o las veces que haga falta (BX4, BX5, etc).

Esta técnica es utilizada con frecuencia para replicar clones (de los que no se tienen machos) en forma de semillas. Para ello escogemos un parental donante (macho) que permita que se expresen las características deseadas del clon hembra en su descendencia, y repitiendo los retrocruces tantas veces como sea necesario para conseguir el objetivo deseado, que es que una descendencia nos proporcione el mayor número posible de las características deseables de la madre original a la que se quiere replicar.

S1 feminizada

S1 son las siglas con las que denominamos a la primera generación filial de un cruce de una planta hembra por sí misma. Esto se consigue mediante diversas técnicas y el resultado – en caso de realizarse correctamente, son semillas muy parecidas a la hembra que se quiere replicar, además de ser siempre hembras. Así, se revierte el sexo de un clon de esta hembra (o de una rama de la misma) y se usa el polen producido para polinizarla.

Como siempre en genética del cannabis, cuanto más estable sea la hembra replicada más estables serán también los resultados. Esta técnica puede ser utilizada con el mismo propósito que el retrocruce convencional con plantas hembras y machos, seleccionando y fijando características pero partiendo de un solo parental en el primer paso, es decir, para producir la primera generación. Así, podemos encontrarnos semillas S2, S3, etc, o retrocruces hechos a partir de la generación S1, S2, etc, de nuevo con la planta hembra original.