Cannabis índica. Hace años, quizás demasiados ya, la marihuana se cultivaba o compraba con semillas y sin mezclas de diferentes genéticas. La marihuana sin semilla fue un invento posterior producto de la comercialización.
Cannabis índica. Investigación de campo
Cannabis índica. Hace años, quizás demasiados ya, la marihuana se cultivaba o compraba con semillas y sin mezclas de diferentes genéticas. La marihuana sin semilla fue un invento posterior producto de la comercialización. No existían híbridos entre sativas e índicas con lo cual, cuando consumías una u otra variedad , notabas que el efecto producido era ciento por ciento de un tipo o del otro.
La hibridación ha traído consecuencias positivas, sin duda alguna, pero también se ha perdido el origen de las especies y subespecies que la madre naturaleza , a lo largo de milenios, nos había regalado. Cada vez resulta más difícil probar una índica o sativa puras.
Antes de ahondar más en el tema os indicamos que en el mapamundi que publicamos podéis ver claramente el Ecuador y los Trópicos de Cáncer y Capricornio. También podéis ver en el mapa que entre los límites entre ambos trópicos es donde se dan las variedades sativa mientras que en el resto, tanto en el hemisferio norte como en el sur, se dan las variedades índicas. Las zonas tachadas en negro son las más frías del planeta y, por lo tanto, inviables para el cannabis.
Tanto en el Ecuador como en los trópicos de Cáncer y Capricornio el fotoperiodo es de 12/12. Es decir, doce horas de luz y doce de oscuridad cada día. Exactamente el sol sale a las 6 AM y se pone a las 6 PM. Con semejante fotoperiodo las variedades de cannabis existentes son las sativas. Y en el resto del planeta, tanto en el hemisferio norte como en el sur, a excepción de las zonas marcadas en negro, se dan las variedades índicas. Estas se producen cuando a partir de la primavera ,los días van teniendo más horas de luz hasta llegar a su culmen (solsticio de verano) en el que se da el día más largo del año. Exactamente 15 horas y 17 minutos. A partir de ese momento los días se van acortando hasta llegar un momento en el que las índicas comienzan a florecer. En el hemisferio norte las plantas comienzan su fase de floración, aproximadamente, hacia primeros de agosto. Aunque esto también depende mucho de las condiciones climatológicas y el tipo de cultivo. Por ejemplo, en el Líbano, donde se cultiva cannabis de estricto secano, a primeros de septiembre ya está hecha la cosecha.
Y es precisamente este tipo de fotoperiodo lo que hace que el cannabis sea de tipo índica. En efecto, al llegar el otoño o finales del verano, las índicas llegan al final de su vida y es un poco antes cuando alcanzan su mejor momento para la obtención de marihuana psicoactiva. En el hemisferio norte esto sucede más o menos entre principios de septiembre hasta finales de octubre. Insisto una vez más en que esto depende tanto de las condiciones ambientales como del tipo de cultivo (secano o regadío).
Que yo sepa no se ha hecho un estudio sobre las genéticas puras de cannabis sativa índica. Decimos puras refiriéndonos a variedades no hibridadas. En zonas como Líbano, norte de India, Nepal, Afganistán, Uzbequistán y otras, se ha cultivado cannabis índica desde hace milenios. Pero es cierto que muchos de estos lugares produce genéticas idénticas entre si. Por ejemplo, se cree que las índicas que se cultivaban en Marruecos eran una subespecie del cannabis del Líbano, el famoso rojo libanés.
Fenotipos del cannabis índica
Efectivamente, y como ya hemos dicho, muchas de estas variedades índicas son en realidad de la misma genética. ¿Por qué entonces a veces parecen plantas algo diferentes? La respuesta está en las condiciones de cultivo. A esto se le llama FENOTIPO. Es decir, una misma genética se adapta a diferentes entornos y ello repercute tanto en un cambio morfológico como en su fecha de cultivo. En el caso del rojo libanés, por ejemplo, el hecho de que se cultive tan pronto es por haber sido sometido a un cultivo de estricto secano. La falta de agua repercute en plantas muy tempraneras, pequeñas y repletas de resina. La misma planta, en otro entorno, tendría un fenotipo diferente. Si cultivas rojo libanés en España y con riegos regulares, con toda seguridad obtendrás plantas más grandes y también cosecharás más tarde.
Visité el valle de la Bekaa, en Líbano, en 1991, en plena guerra civil las plantaciones de rojo libanés se extendían hasta donde tus ojos te permitieran ver. Todas las plantas eran muy similares. Prácticamente no pasaban del metro de altura, de un color rojizo espectacular al final de su vida, y repletas de resina. Como podéis imaginar, en plena guerra no había ningún cultivador occidental haciendo experimentos e introduciendo nuevas genéticas, que es lo que está ocurriendo en Marruecos actualmente. Por lo tanto tuve el placer de conocer de primera mano el archifamosso rojo libanés. Conocerlo y fumarlo.
Su efecto era el propio de las índicas puras. Muy relajante, tanto cerebral como muscularmente.
A pesar de su alto efecto psicoactivo por su gran contenido en THC (Delta 9 tetrahidrocannabinol), también tenía un notable efecto analgésico y relajante como consecuencia de su alto contenido en CBD (cannabidiol). Estas características propias de las índicas hace que sean especialmente medicinales. Por el contrario, las sativas producen un efecto mucho más estimulante. No porque tengan necesariamente más THC, sino porque contienen menos CBD.
En los valles de las montañas más altas del mundo, los Himalayas, concretamente en Manalli (India) he visto índicas que, en esencia, eran las mismas que en la cordillera del Hindu Kush, en Pakistán. Pero, una vez más, las condiciones de cultivo repercutían en su morfología haciendo que su apariencia fuera diferente. En Uzbekistán se produce un tipo de cannabis índica excepcional que además se lleva cultivando miles de años. Se piensa que esta subespecie ha evolucionado en la región que está a caballo entre el sur de Uzbekistán, Tayikistán y el norte de Afganistán (en particular en la provincia de Balj, muy conocida por su producción de cannabis y por ser la cuna de varios cultivares muy conocidos, entre los que se incluye Mazar-I-Sharif). Sin embargo, la región es un centro de diversidad, y en las zonas situadas más al norte de Uzbekistán, pueden crecer otros tipos de cannabis.
Pero, como decíamos al principio, que yo sepa no existen estudios sobre cuántas genéticas puras de índica existen en el mundo. Y ahora, con tanta hibridación, cada vez será más difícil encontrar la pureza, lo cual es una verdadera lástima. En mi humilde opinión creo que tanta mezcla, tanto cruce, a pesar de tener su lado positivo, nos ha hecho perder de vista el origen.
Rendimiento del cannabis índica:
En general, las índicas son más productivas que sus hermanas sativas. Sin embargo, hay excepciones. Lo más normal es que las variedades indicas sean mucho más productivas que las sativas.
Artículo y fotografías por: Javier Marín (Marqués de esquilache) para KETAMA SEEDS
Ver nuestra variedad índica de marihuana más productiva y rápida
Ver las variedades de cannabis de nuestro banco de semillas o comprar semillas de marihuana
Quizás le interese este otro artículo: El origen del cannabis sativa