Cannabis Sativa. Sativas puras, su origen y su cultivo.
Cannabis sativa. La excelencia por antonomasia.
Cannabis sativa. Somos muchos los que pensamos que nada como el efecto de una sativa pura. ¿Qué es más difícil de cultivar? ¿Qué es más tardía? ¿Qué su productividad es limitada? Todo esto es “pecatta minuta” si tenemos en cuenta el efecto único que produce. Si has fumado marihuana en Colombia, Tailandia, Kerala (India), Guatemala y/u otros lugares del trópico, sabrás de qué estamos hablando.
Curiosamente, su efecto cerebral (yo más bien lo llamaría divertido) hace que no sean consideradas por muchos como genéticas medicinales. Sin embargo, ¿qué implica el concepto “medicinal”? Permitidme que os cuente una anécdota que me sucedió en la India.
Las variedades de cannabis que denominamos marihuana Sativa (cannabis sativa), son aquellas provenientes de toda la franja tropical y subtropical del planeta, desde África, Centro y Sudamérica y Asia. En estas zonas las lluvias son frecuentes y monzónicas, y la humedad muy alta. Tanta lluvia hace que el suelo sea de un PH muy ácido (entre 5,5 y 6,00 como mucho). Y por la misma razón, las constantes lluvias hacen que los suelos sean pobres en nutrientes. De hecho, el único abonado que recibe es el proveniente de la materia orgánica en descomposición (compostaje) al caer al suelo.
Por lo tanto, en sus lugares de origen, son plantas acostumbradas a poca nutrición. Otra cosa son los híbridos que se han logrado en occidente y cuya finalidad es acortar los tiempos de cosechado. Y es que, efectivamente, en estado natural, las sativas pueden llegar a tardar hasta 4 meses en finalizar su proceso de floración. Pensad que en el trópico el fotoperiodo natural es de 12/12. Es decir, que cada día amanece a las 6 AM y anochece a las 6 PM. Todos los días del año son de la misma duración.
Es frecuente ver cómo las sativas cogollan para después iniciar de forma natural (no inducido artificialmente) un proceso de “revegetación” espontánea. Sin embargo, en los lugares como España, al llegar el otoño y el invierno, los días tienen menos de 12 horas de luz al día, con lo cual se acelera su proceso final de floración y cosecha. Concretamente, en el centro de España, el día más corto del año (solsticio de invierno) tiene tan sólo 9 horas y 17 minutos. Un fotoperiodo perfecto para que hasta las sativas más puras nos den sus mejores cogollos.
Esto mismo, al reproducirse en interior, nos permite jugar incluso más con el fotoperiodo. Sin embargo, su sistema de entrenudos tan separados las convierte en plantas muy altas para interior. Por este motivo, los cultivadores de interior saben bien que tienen que recurrir a “truquillos” tales como doblar las ramas o al bien conocido SCROG (mar de verde).
En la actualidad, la única manera de probar las sativas puras (sin hibridación con índicas) es en sus lugares de origen. Pero no pensáis en marihuana sin semillas ya que toda la que se produce está repleta de semillas. Lo de la hierba sin semilla es producto de la comercialización que en los países occidentales hemos hecho del cannabis. Y yo me pregunto: si una hierba repleta de semillas produce un efecto tan contundente…¿qué no haría sin semillas? Nunca lo sabremos porque, como sabéis, todas las genéticas sativas que los bancos comercializan como sativas son híbridos, en mayor o menor medida, con índicas. Y, en mi humilde opinión, no les llegan ni de cerca a las sativas puras. Durante la época hippy (ya soy mayor) viví en San Francisco y allí comparé algunas de las mejores sativas del planeta. Quién haya probado la Taistick o la Colombia Gold (la de verdad, no la que algunos bancos comercializan) saben de qué hablo. El efecto es ….¡la felicidad en estado puro!
Durante muchos años, la India ha sido lugar de peregrinaje de los adictos a la heroína. He vivido bastantes años allí y conozco bien casi todos los lugares donde se reúnen los occidentales (adictos o no). En cierta ocasión, en el barrio de Pahar Ganj, en el viejo Delhi, estaba tomando un lassi (yogurt) de marihuana con un holandés cuyo trabajo era monitor en un centro de recuperación de heroinómanos. Lo que me contó me impresionó mucho. Una persona adicta a la heroína no puede soportar la marihuana, especialmente la sativa. Tan pronto la consume entra en síndrome de abstinencia y necesita compensarlo con más “caballo”. Este monitor me contó que en su centro, cuando consideraban que un yonqui estaba ya prácticamente curado, le ofrecían la posibilidad de consumir algo de marihuana sativa. Sólo se lo proponían a aquellos que previamente a su adicción a los opiáceos, habían sido consumidores de cannabis.
Si su reacción era placentera se consideraba un muy buen síntoma. Si, por el contrario, entraba en un estado de ansiedad y pre síndrome de abstinencia, se consideraba que aún estaba lejos de su recuperación. Sin embargo, y en este punto insistió especialmente, la marihuana que se le ofrecía era de variedad sativa. ¿Por qué? Porque las índicas son mucho más relajantes. Y la heroína se caracteriza por dejar a su consumidor en un estado de relax especialmente agradable. En otras palabras: te aletarga; todo lo contrario de lo que hace el consumo de una buena sativa. Una buena sativa saca tus sentidos a flor de piel. Te hace sentir todo de forma más intensa. Y este es el motivo por el cual en este centro se experimentaba con sativas, cuyo efecto es precisamente contrario al de los opiáceos. Por el contrario, una índica pura, con gran contenido de CBD (cannabidiol) cuyo efecto es sumamente relajante, puede asemejarse a la heroína. De hecho, muchos adictos la emplean como sustituto.
Las sativas tienen un contenido superior de THC (Tetrahidrocannabinol), lo que las convierte en genéticas de efecto cerebral, “triposo”, por su efecto algo parecido al LSD. Por si fuera poco, algunas sativas contienen en la parte superior de sus cogollos, cannaverina, un cannabinoide poco conocido y que produce alucinaciones tipo ácido lisérgico (LSD) que vienen a durar entre 4 y 5 minutos. Esto las hace especialmente lucrativas pero poco recomendables para personas que hayan padecido brotes sicóticos. Las sativas son para la diversión, ir a un buen concierto, despertar el apetito, el arte, la creatividad, el buen sexo…Quién haya experimentado el sexo después de haber consumido una buena sativa sabe bien de lo que hablo…
Precisamente su alto contenido en THC hace que con muy poca cantidad tengamos un efecto muy fuerte. En África oriental (Kenia y Tanzania) se cultiva una sativa que recibe el nombre genérico de Bangui. Con tres pitaditas o caladas a un miniporro tuve un “viaje” tan potente y duradero que, a pesar de ser un consumidor avezado, llegué a asustarme durante unos minutos. Porque en efecto, las sativas puras son tremendamente potentes.
El aspecto de una sativa es muy diferente al de una índica. Personalmente creo que son de las plantas más bellas del universo cannábico. Tienen entrenudos muy largos y dan buenos y prietos cogollos pero más pequeños que las índicas. Precisamente por la enorme distancia entre sus nudos suelen alcanzar enormes alturas. He visto una sativa de casi 5 metros de altura cultivada en la Comunidad de Madrid. El día de su cosecha, en pleno mes de diciembre, su propietario tuvo que pedir ayuda para su cosecha y manicurado a cinco amigos. Uno de ellos era carpintero y se quedó con el tronco y ramas principales para fabricar una mesa. ¡Imaginad el tamaño! Las particularidades principales de estas variedades en cuanto a su aspecto, es que son plantas con entrenudos muy separados entre ellos lo que las hace de aspecto algo desgarbado y muy altas. Sus hojas son inconfundibles: muy grandes y con muchísimos foliolos muy largos y estrechos. Las hojas más bellas del mundo cannábico.
Tienen un periodo de floración muy largo, que puede ir desde las 10 hasta las 20 semanas lo que complica bastante su cultivo en interior. Por esta razón se cruzan con índicas y así acortar tanto sus tiempos de cultivo como su enorme altura.
Aunque los expertos las cultivan bien en interior, doblándoles las ramas y atándolas en sistemas de cultivo tipo SCROG, es mucho más fácil cultivarlas en exterior donde pueden llegar a superar fácilmente los cuatro metros de altura. El único inconveniente es la tardanza en la maduración ya que las más puras de estas variedades pueden recogerse incluso en diciembre. En cuanto a sus propiedades organolépticas (sabor y aroma) este tipo de cannabis es el que ofrece la mayor variedad y calidad.
Por lo que son más apreciadas las variedades sativas y lo que hace que los cultivadores las quieran cultivar a pesar de todas estas dificultades es su poderoso colocón, que te produce un viaje muy largo y potente, siendo de entre todas las subespecies de cannabis psicoactivo, con gran diferencia, las más psicodélicas.
¿Necesitas un poco de energía adicional?. ¿Estás creativamente embotado?. ¿Hace tiempo que no te ríes a mandíbula batiente? Consume sólo una pequeña cantidad de una buena sativa y verás que todo cambia…
Por lo general las variedades Sátivas son plantas:
De gran altura y forma estilizada, pueden llegar hasta casi los 5 m. de altura.
Con hojas muy separadas entre sí.
Color verde clarito e intenso.
Con grandes distancias internodales y cogollos alargados.
Se adaptan a climas cálidos y templados aunque sus híbridos resisten bien fríos moderados
Tiene un periodo de floración que puede durar entre 8 y 10 semanas e incluso más si hablamos de sativas puras.
Propiedades organolépticas exquisitas.
Nivel de THC muy alto (hasta un 27%).
Cultivo de variedades de cannabis sativa
Se trata de un cultivo algo más complejo que el de las variedades Indicas, debido a que son plantas de gran tamaño y con raíces poco firmes.
Se suelen adaptar bien en exteriores de climas cálidos, como es la mayoría del litoral mediterráneo. En estado natural, las mejores zonas son las ecuatoriales.
Aunque estas plantas son algo menos resistentes, los cultivadores las cosechan porque su efecto es incomparable.
Actualmente existen bancos de semillas que han conseguido híbridos que poseen las cualidades más deseables de las Sátivas con las maravillas genéticas de las Indicas, creando subespecies más sencillas de cultivar. En Ketama Seeds tenemos nuestras tres variedades más sativas ANANÁ, KAMNESIA y CREATIVE tres señoras plantas!!
Artículo y fotografías por: Javier Marín (Marqués de Esquilache) para KETAMA SEEDS
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